Fashion Stories

Marcel Rochas, el genio de las puntadas y los aromas
Seguro que más de una vez te has perfumado con una fragancia con su nombre, o has suspirado por alguna de sus piezas de coleccionista (confiésalo: tú también te enamoraste de los stilettos con la “R” de pedrería del último spotde Eau de Rochas). Ha llegado el momento de aprender un poco más sobre los orígenes de la firma francesa
Marcel Rochas nació en 1902 y, aunque su futuro parecía alejado de las costuras, a los 23 años cumplió el sueño de abrir su propia casa de modas en París. Asesorado por el modisto Paul Poiret y gracias a su devoción por los artistas que se adelantaron a su tiempo, como Dalí o Man Ray, supo ensalzar la figura femenina lejos del estilo garçonne que predominó la década. No solo desentrañó un código de sofisticación propio, sino que lo hizo a través de prendas confortables y atractivas que no dejaban indiferente. A su lista de creaciones inéditas se sumaron diseños sport chic para jugar al tenis (1929), patrones de silueta egipcia (1932), piezas cargadas (literalmente) de pájaros (1934) o vestidos de gitana hechos de muselina multicolor en su distintiva versión sirena (1946).

Actrices como Marlene Dietrich y Mae West se convirtieron en sus mejores modelos
Pero también fue pionero en saber que las relaciones públicas eran esenciales para un negocio. Así se convirtió en un asiduo de las fiestas nocturnas parisinas más selectas y comprobó que las mujeres lo adoraban tanto como a sus diseños. Ese éxito provocó que los dominios de Marcel cruzaran el charco trasladando ese je ne sais quoi del glamour francés hasta Hollywood. Actrices como Marlene Dietrich y Mae West se convirtieron en sus mejores modelos pero su verdadera musa fue una bailarina de la ópera, Hélène. Ella encarnaba los valores de juventud, simplicidad y personalidad que ansiaba el diseñador. Se casaron a los pocos meses de conocerse, dejando para la memoria colectiva uno de los regalos de nupcias más entrañables de la historia: un perfume, Femme.
Desde ese momento el chic francés encontró en este dúo la simbiosis perfecta entre los tejidos y los perfumes. Las colecciones de moda de la Maison, con sus vestidos de corte sirena, el encaje chantilly, la cinta de seda milrayas o la creación del célebre corsé de encaje negro, se ganaban el título de emblemas mientras la piel de sus clientes se vestía con sus aromas inéditos.
En 1955 Marcel falleció de forma repentina y Hélène se convirtió en la primera mujer presidenta de una gran empresa en Francia al hacerse cargo de Rochas, una firma ya entonces dedicada solo al perfume. Ella es quién interiorizó la máxima de su marido (“se debe sentir el aroma de una mujer antes incluso de haberla visto”) con el fin de convertir la Maison de Perfumes en una entidad de referencia.
¿Respecto a la casa de modas? A pesar de permanecer casi 40 años al margen de la actividad de la Alta Costura, en 1988 el diseñador Peter O’ Brien presentó una primera colección digna del legado de Marcel. Con el paso del tiempo, tomaron el relevo Olivier Theyskens, Marco Zanini y, en 2013, Alessandro Dell’Acqua. Todos ellos han perseguido el objetivo de reinventarse constantemente con su ‘savoire faire’ y las materias de más alta calidad para asombrar a las mujeres de todo el mundo gracias a ese estilo atemporal e irresistible.