Fashion Stories

Hélène Rochas: bailarina, musa y mujer de negocios

Publicado el 04/04/2018
por mademoisellerochas

Aunque el matrimonio entre Hélène y Marcel Rochas duró poco más de una década, la influencia de ella marcó la trayectoria de la firma francesa. Sin esta gran mujer resulta imposible entender el destino de la Maison. Además, su historia de amor parece sacada de un cuento. Y eso también merece ser contado.

Érase una vez una joven que vivía en París y trabajaba como bailarina de la ópera cuando se tropezó con el ya reconocido modisto Marcel Rochas. Según cuenta la leyenda él quedó cautivado por sus ojos azules y le dijo: “Tienes una cabeza para llevar sombreros”. Sí, puede parecer una frase un poco manida para flirtear, pero viniendo del diseñador más aclamado por la crème de la crème, podemos decir que se trató de todo un cumplido. O eso le debió parecer a Hélène pues ambos compartieron su alegría de vivir y una pasión por la elegancia durante meses, hasta que decidieron celebrar su boda.

Como regalo para ese día, Marcel creó un perfume inspirado en su esposa, llamado Femme. Gracias al nariz Edmond Roudnitska nació esta fragancia chipre afrutada, envuelta en rosas y jazmín de Grasse que descansaba sobre una base de roble y pachuli. Todo un símbolo de amor, intenso e inolvidable, que se guardaba en un frasco de cristal Lalique con un estuche de encaje chantilly negro. Tal fue el éxito del perfume que el matrimonio decidió venderlo entre sus clientes más selectos a través de una suscripción. Lo que parecía un personalizado detalle de nupcias se convirtió en el futuro del joven matrimonio. Y en especial de Hélène.

Tal fue el éxito del perfume que el matrimonio decidió venderlo entre sus clientes más selectos a través de una suscripción

Mano a mano, ambos siguieron la andadura en el universo olfativo como un tándem perfecto: él se involucró en el espíritu juvenil de su generación, mientras ella se convertía en una socialité, viajando por todo el mundo para encarnar los valores de la Maison Rochas. Su ritmo de vida era frenético: en 1948 Hélene volvió a ser la inspiración para crear Eau de Roche, unos meses después lanzan la primera línea completa masculina de belleza Moustache

Comieron perdices durante 12 años, hasta que en Marcel falleció de forma inesperada dejando a Hélène como la única persona al mando de la firma ya dedicada exclusivamente al perfume. Ella fue la primera mujer que presidió una gran empresa en Francia y, gracias a su sensibilidad ante el arte y la moda, transformó la firma Rochas en una gran maison ganándose el sobrenombre de “La Pantera Sofisticada”. Se convirtió en amiga de los artistas y diseñadores de su tiempo (pudo presumir de ser retratada por Andy Warhol) y trabajó incansable hasta el final de sus días para vincular el legado de Rochas con las tendencias contemporáneas.

Pero sus mejores aliadas fueron esas fragancias que obtuvieron el reconocimiento internacional, como el icónico Madame Rochas creada por Guy Robert, o su mayor éxito: la reinterpretación que hizo de Eau de Roche. Con el mar mediterráneo como fondo y ayudándose del nariz Nicolas Mamounas, modernizó el caldo con narciso, verbena, jazmín y rosas recién cortadas. En 1970 lo rebautizó como Eau de Rochas y las ansias de libertad que imperaban en ese momento se enamoraron perdidamente de esta fragancia. Casi medio siglo después, convertido en un gran clásico de la perfumería, sigue conquistando a mujeres en todo el mundo.